¿Crees que estás escuchando?
Pues, tu cliente estaba compartiendo algo vulnerable y, de pronto, su energía cambió.
Se volvió más reservado, empezó a dar respuestas cortas…
Tú estabas ahí, asentías, mantenías el contacto visual, hacías todo lo que “se supone” que se debe hacer.
Entonces, ¿qué pasó?
La verdad incómoda es que muchos coaches piensan que son excelentes oyentes, pero en realidad todavía cometen errores críticos que sabotean sus relaciones de coaching.
Existen patrones inconscientes en los que incluso los coaches más experimentados caen. Estamos entrenados para escuchar, pero muchos de nosotros aún luchamos por realmente oír a nuestros clientes.
¿Por qué escuchar es tan crucial?
Una mala escucha puede llegar a destruir la confianza del cliente más rápido que casi cualquier otra cosa.
Limita los descubrimientos, crea sesiones superficiales, y deja a los clientes sintiéndose incomprendidos.
En contraste, una escucha magistral genera seguridad psicológica, desbloquea insights, y transforma vidas.
En este post, vamos a compartir los 5 errores que más observo cometer a los coaches al escuchar, por qué ocurren, y lo más importante—cómo evitarlos.
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Error #1: Operar desde la Escucha de Enfoque Interno
Cómo se ve
Estás sentado frente a tu cliente, pero tu atención está mayormente en ti mismo. Estás pensando en tus propias reacciones, formulando la siguiente pregunta, preocupándote por cómo te ven, o conectando su historia con tus propias vivencias.
Tu cliente dice:
“Estoy teniendo problemas con mi equipo en el trabajo…” Tu diálogo interno: “Oh, esto me recuerda a cuando tuve un jefe complicado. Debería contarles sobre establecer límites. ¿Qué técnica debería aplicar aquí? ¿Estoy haciendo las preguntas correctas? Espero ser útil.”
Por qué los coaches caen en esta trampa:
- Presión por tener la respuesta o intervención “correcta”
- Disparadores personales activados por la historia del cliente
- Inexperiencia o nerviosismo sobre el rendimiento
- Necesidad de demostrar valor saltando inmediatamente a soluciones
El costo:
Cuando estás en tu mente, tu cliente lo percibe. Sienten tu distracción, incluso si mantienes contacto visual. Las sesiones se vuelven superficiales, se pierden momentos de descubrimiento, y el cliente comienza a sentir que realmente no está siendo escuchado.
Cómo evitarlo:
Comienza cada sesión con un ritual de centrado. Toma tres respiraciones profundas y establece la intención consciente de estar completamente presente con tu cliente. Durante la sesión, haz verificaciones rápidas de conciencia: “¿Dónde está mi atención ahora mismo?” Si notas que has caído en la escucha de Nivel 1 (Interno), redirige suavemente tu enfoque de vuelta a tu cliente.
Recuerda:
Tu trabajo no es tener todas las respuestas—es ayudar a tu cliente a encontrar las suyas propias.
Error #2: Escuchar Solo el Contenido, Perdiendo el Significado
Cómo se ve
Estás siguiendo los hechos, detalles y secuencia de eventos que tu cliente comparte, pero te estás perdiendo las capas más profundas—las emociones, valores y significado detrás de sus palabras.
Tu cliente comparte una historia sobre un conflicto con su cónyuge, y te enfocas en la cronología de eventos, quién dijo qué, y la logística. Te pierdes el dolor subyacente, el patrón de sentirse no escuchado, o el valor de respeto que está siendo violado.
Por qué sucede:
- Dominancia del pensamiento lógico sobre la inteligencia emocional
- Incomodidad con el territorio emocional
- Falta de entrenamiento en conciencia emocional
- Miedo de ir “demasiado profundo” demasiado rápido
El costo:
Tu coaching se mantiene superficial. Los clientes no se sienten verdaderamente comprendidos porque estás respondiendo a su historia, no a su experiencia. Te pierdes oportunidades de abordar causas raíz y crear cambios duraderos.
Cómo evitarlo:
Después de que un cliente comparte algo significativo, pregunta: “¿Qué significa esto para ti?” o “¿Cuál es la importancia de esta situación para ti?” Escucha los valores y creencias detrás de sus palabras. Si mencionan estar “frustrados,” profundiza: “¿Qué tipo de frustración? ¿Qué te dice esa frustración sobre lo que te importa?”
Practica expandir tu vocabulario emocional. Mientras más precisamente puedas identificar emociones, mejor podrás entender los mundos internos de tus clientes.
Error #3: Interrumpir con Consejos o Soluciones
Cómo se ve:
Tu cliente está compartiendo su desafío, y tú intervienes con una sugerencia, técnica o consejo antes de que haya terminado de expresarse. Estás tan deseoso de ayudar que interrumpes su tiempo de reflexión.
Cliente:
“He estado teniendo problemas para dormir porque sigo pensando en esta presentación que tengo que dar la próxima semana, y estoy preocupado de que—” Coach: “¿Has probado la meditación? Hay una excelente app que recomiendo a todos mis clientes…”
Por qué los coaches hacen esto:
- Genuina ansiedad de ayudar y ofrecer valor
- Incomodidad con el silencio o la carga emocional
- Necesidad de demostrar experiencia y valor
- Malentendido del rol del coach
El costo:
Los clientes se vuelven dependientes de tus soluciones en lugar de desarrollar sus propias habilidades para resolver problemas. Te pierdes información crucial que estaban a punto de compartir. Más importante aún, les quitas la experiencia poderosa de procesar sus pensamientos en voz alta.
Cómo evitarlo:
Acepta el silencio estratégico. Después de que tu cliente termine un pensamiento, cuenta hasta tres antes de responder. Esto les brinda espacio para seguir procesando y a menudo conduce a descubrimientos más profundos.
Utiliza preguntas aclaratorias en lugar de consejos: “Cuéntame más sobre eso…” o “¿Qué es lo que sientes que es más importante en esta situación?” Recuerda, tu trabajo no es resolver sus problemas—es ayudarles a acceder a su propia sabiduría.
Error #4: Ignorar la Comunicación No Verbal
Cómo se manifiesta:
Te concentras por completo en las palabras de tu cliente, mientras pasas por alto su lenguaje corporal, variaciones en el tono, cambios de energía y otras señales no verbales esenciales. Podrías no notar la ligera tensión en sus hombros al mencionar a su jefe, o cómo su voz se apaga al hablar de su relación.
Razones por las que se ignora:
- Falta de formación en la conciencia de la comunicación no verbal.
- Desafíos del coaching virtual que limitan las señales visuales.
- Preocuparse demasiado por lo que se va a decir después, en lugar de observar lo que está ocurriendo en el momento.
- Asumir que las palabras contienen toda la información relevante.
El impacto:
Te pierdes hasta el 55% de la comunicación, según estudios. Las incongruencias pasan desapercibidas, como cuando alguien dice que está “bien” mientras su lenguaje corporal expresa angustia. Pierdes acceso a información emocional valiosa que podría abrir puertas a momentos de descubrimiento.
Cómo prevenirlo:
Realiza chequeos regulares de conciencia no verbal durante las sesiones. Observa cambios en la postura, respiración, expresiones faciales y niveles de energía de tu cliente. Cuando notes algo, dirige suavemente la atención hacia ello: “He notado que tu voz cambió al mencionar a tu padre. ¿Qué está sucediendo para ti en este momento?”
Incluso en sesiones virtuales, puedes percibir el tono, ritmo, expresiones faciales y cambios de energía. Confía en tu intuición sobre lo que sientes, incluso si no puedes identificarlo específicamente.
Error #5: Juzgar en Lugar de Mantenerse Curioso
Cómo se ve:
Estás filtrando todo lo que tu cliente dice a través de tus propias creencias, valores y experiencias. Estás evaluando sus decisiones, formando opiniones sobre lo que “deberían” hacer, o haciendo suposiciones basadas en tus propias experiencias de vida.
Diálogo interno:
“Ella debería simplemente dejar ese trabajo.” “Él está siendo demasiado sensible.” “¿Por qué no establece límites?” “Yo nunca toleraría eso.”
Por qué sucede:
- Tendencia humana natural a evaluar y comparar
- Disparadores personales activados por la situación del cliente
- Sesgos culturales y suposiciones
- Falta de conciencia sobre tu propio sistema de filtrado
El costo:
Los clientes sienten el juicio, incluso cuando no lo verbalizas. Esto crea una barrera a la apertura y vulnerabilidad. Tu coaching se vuelve sobre hacer que vean las cosas a tu manera en lugar de ayudarles a descubrir su propio camino.
Cómo evitarlo:
Practica la “mente de principiante”—acércate a la historia de cada cliente como si la estuvieras escuchando por primera vez, sin preconcepciones. Cuando te descubras evaluando o formando opiniones, redirige conscientemente hacia la curiosidad: “Qué interesante. Cuéntame más sobre cómo ves esta situación.”
Recuerda:
Su realidad no es tu realidad. Tu trabajo es entender su mundo, no juzgarlo o cambiarlo para que coincida con el tuyo.
El Efecto Dominó: Cómo una Escucha Más Efectiva Transforma tu Coaching
Cuando perfeccionas estas habilidades de escucha, todo se transforma:
Alianza coach-cliente más sólida:
Los clientes se sienten reconocidos, escuchados y comprendidos a un nivel profundo. La confianza se establece de manera natural, formando la base para un trabajo transformador.
Los insights más profundos surgen de manera natural:
Cuando los clientes se sienten realmente escuchados, se relajan en su vulnerabilidad y acceden a partes de sí mismos que de otro modo no habrían compartido.
Los clientes se sienten más empoderados:
En lugar de depender de tu consejo, desarrollan confianza en su propia sabiduría y habilidades para resolver problemas.
Tu confianza como coach se incrementa:
Cuando no estás luchando por encontrar la respuesta “correcta” que dar, puedes confiar en el proceso y en tu capacidad para mantener el espacio para el viaje de tu cliente.
Mejor retención de clientes y recomendaciones:
Los clientes que se sienten profundamente comprendidos son más propensos a seguir trabajando contigo y a recomendarte a otros.
Pasos Prácticos a Seguir
No intentes corregir todos estos errores a la vez. Escoge uno que resuene más contigo y concéntrate en mejorarlo durante el próximo mes. Aquí te explico cómo:
Identifica tu principal desafío de escucha:
¿Qué error reconoces más en tu propio coaching?
Practica con intención:
Establece un objetivo específico para cada sesión relacionado con tu área de mejora elegida.
Encuentra un compañero de práctica:
Colabora con otro coach o mentor que pueda ofrecerte retroalimentación sobre tus habilidades de escucha.
Graba y revisa:
Con el permiso del cliente, graba algunas sesiones y revísalas específicamente para identificar patrones de escucha.
Implementa rutinas previas a la sesión:
Crea un ritual que te ayude a enfocarte y prepararte para escuchar de manera profunda.
Transforma tu Escucha, Transforma tu Coaching
Un excelente coaching inicia con una escucha excepcional. No se trata de tener todas las respuestas, sino de generar un espacio donde tus clientes puedan descubrir su propia sabiduría.
Estos errores de escucha son frecuentes, pero no son irreversibles. Con atención y práctica, puedes cultivar el tipo de presencia de escucha que genera una transformación profunda en la vida de tus clientes.
¿Lo mejor de todo? A medida que tu escucha mejora, el coaching se vuelve más placentero y menos estresante. Te sentirás más presente, más seguro y más conectado al profundo privilegio de ser testigo del viaje de crecimiento de alguien.
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Imágenes: Vitaly Gariev, Polina Zimmerman