Como coach, la preparación es clave para ofrecer valor y ayudar a tus clientes a alcanzar sus objetivos. Una sesión bien estructurada te mantiene enfocado, mejora el compromiso del cliente y asegura el progreso. En esta guía, veremos cómo preparar una sesión de coaching desde la perspectiva del coach, incluyendo la estructura de la sesión, establecimiento de metas y cómo manejar obstáculos.
1. Establece un Objetivo Claro para la Sesión
Toda sesión de coaching efectiva comienza con un objetivo claro. ¿Qué desean lograr tú y tu cliente durante esta sesión? Ya sea abordar desafíos específicos, monitorear el progreso o establecer nuevas metas, tener un propósito definido mantiene la sesión enfocada. Discute el objetivo al inicio para asegurar el alineamiento entre tú y el cliente.
2. Revisa el Progreso y las Tareas Anteriores
Parte de la preparación implica revisar las notas de las sesiones anteriores. Comienza cada sesión repasando el progreso del cliente respecto a los compromisos acordados. ¿Cumplieron con lo establecido? ¿Enfrentaron algún desafío? Discutir los compromisos previos ayuda a generar responsabilidad y permite que el cliente vea el progreso logrado, reforzando su sentido de logro.
3. Adapta la Sesión a las Necesidades del Cliente
Cada cliente es único, por lo que es esencial adaptar tu enfoque. Después de revisar el progreso, enfócate en las áreas donde el cliente se sienta estancado o necesite más orientación. Esto puede implicar hacer preguntas aclaratorias o ayudarles a desglosar metas más grandes en pasos manejables. Personalizar la sesión asegura que abordes sus necesidades inmediatas, creando mayor valor.
4. Ofrece Retroalimentación Constructiva
Una de las partes más importantes de una sesión de coaching es proporcionar retroalimentación que ayude al cliente a crecer. La retroalimentación debe ser dada de manera que motive en lugar de desanimar. Evita usar absolutos como “siempre” o “nunca” para prevenir una actitud defensiva. En su lugar, ofrece ejemplos específicos e ideas constructivas sobre cómo mejorar.
5. Supera Obstáculos
Los clientes a menudo enfrentan barreras mentales o emocionales que les impiden avanzar. Como coach, tu trabajo es ayudarles a identificar y superar estos obstáculos. Utiliza tus técnicas de coaching, ya sea lluvia de ideas para soluciones, hacer preguntas reflexivas o enseñar estrategias de resolución de problemas, para guiarlos a través de estos desafíos.
6. Resume la Sesión
Antes de concluir la sesión, resume los puntos clave discutidos. Esto refuerza los aprendizajes de la sesión y asegura que tanto tú como el cliente estén en la misma página. También es un buen momento para establecer tareas claras que el cliente debe completar antes de la próxima sesión.
7. Asigna Metas Accionables
Un resultado esencial de cualquier sesión de coaching es el plan de acción. Establece metas específicas, medibles y alcanzables (metas SMART) para el cliente. Esto les da algo tangible en lo que trabajar y mantiene el impulso entre sesiones.
Conclusión: Prepárate para Empoderar
Una sesión de coaching bien preparada lleva a mejores resultados para el cliente. Al establecer metas claras, revisar el progreso, adaptar la sesión a las necesidades del cliente y ofrecer retroalimentación accionable, puedes crear una experiencia enriquecedora que impulse un verdadero crecimiento. Recuerda, la preparación es la base para sesiones de coaching impactantes.
